Hoy queremos hablaros de uno de los ingredientes favoritos que tenemos en Rincón del Segura: la algarroba. Un ingrediente de tradición humilde que nosotros convertimos en harina 100% ecológica (su origen es nacional) y usamos además para elaborar diferentes galletas.
La algarroba, favorita de muchos y al mismo tiempo despreciada por otros, ha sido uno de los productos más comunes usados como alimento en la ganadería tradicional. Por eso siempre nuestros mayores lo consideraron un producto exclusivo de alimentación animal. Pero en la actualidad, donde por suerte se están recuperando diferentes cereales y frutos para el consumo humano, gracias a las propiedades nutricionales que tiene el fruto del algarrobo, éste se vuelve a consumir sin los tabús de antaño e incluso ahora es considerado un "súper alimento".
Y es que la algarroba se trata de un alimento que cuenta con tal cantidad de propiedades y beneficios que hoy en día no se explica cómo estuvo tanto tiempo denostada y eliminada de nuestra alimentación.
Para aquellos que no lo sepáis, la algarroba es el fruto de un árbol denominado algarrobo -o garrofero según la zona-, que a su vez es de la familia de las leguminosas y tiene una apariencia similar al de la vaina de una alubia. El algarrobo es un árbol fuerte y rudo, con un aspecto casi de árbol envejecido debido a que es capaz de soportar muy bien las sequías y el calor. Es de hoja perenne y tiene una vida plena en la que mantiene la hoja verde aún en situaciones de escasez de agua y sequía. A pesar de soportar esas condiciones extremas, el algarrobo es un árbol muy importante desde el punto de vista medioambiental (por la poca agua que necesita para su desarrollo) y que además previene la desertización.
Su origen es desconocido, hay quienes afirman que fue en Palestina o Siria donde se comenzó con el consumo de la algarroba. De manera progresiva fue introduciéndose en Europa y actualmente en Portugal, América Latina y África se concentra la mayor producción mundial.
De la algarroba, que como os decíamos es un fruto con forma de vaina, se extraen las semillas de garrofín que, para su consumo, se dejan madurar y posteriormente se muelen obteniendo una harina estupenda con la que se pueden elaborar toda clase de galletas, bizcochos o dulces. La harina de algarroba tiene un sabor especial y cuenta con un ligero aroma tostado (con matices tan especiales como café y regaliz) que no deja indiferente a nadie. A nosotros nos gusta mucho diluir la harina de algarroba en agua o leche (animal o vegetal) para obtener una bebida riquísima, que en apariencia es similar al cacao pero nada parecida en su sabor.
La algarroba es un alimento prebiótico, rico mucílagos (un tipo de fibra soluble) y en azucares de absorción lenta y de muy fácil digestión. Aporta mucha energía de forma progresiva y no provoca picos de azúcar en sangre, así que su uso está muy recomendado para diabéticos. Su aporte en fibra es sobresaliente, contiene una cantidad importante de hierro, calcio, fósforo y vitaminas A, B1, B3 y D y además es muy baja en grasas. La algarroba contiene muchos taninos que son un poderoso antioxidante para el organismo. También es un alimento apto para personas con intolerancia al gluten.
Por si todo lo que os estamos contando os parece poco, la revista científica 'European Journal of Nutrition' asegura, en base a varios estudios, que su consumo puede reducir los niveles de colesterol.
Como podéis ver es un alimento completo como pocos. Esperamos que os hayamos despertado interés por la algarroba, y si todavía no la conocéis os animéis a probarla. Nosotros estamos seguros de que os va a conquistar.
Muchas gracias por leernos!