Los orígenes de nuestro grupo se remontan al movimiento pacifista de los años 80 y a una búsqueda de vida alternativa en la línea de la noviolencia gandhiana.
Nos movía la búsqueda de una relación armoniosa con la naturaleza y un respeto hacia los elementos que la componen y los seres que la pueblan. Por ello la agricultura que practicamos es la ecológica: respetuosa con la tierra, con los microorganismos que la componen, con los animales y seres humanos que de ella nos alimentamos.
Comenzamos cultivando la tierra y elaborando productos para nuestro propio consumo en un hermoso valle al lado del río Segura.
Con el paso del tiempo vimos la necesidad de una salida comercial: empezamos yendo a ferias alternativas y artesanales a vender nuestros productos, en principio arroz y pan. Fue en estas ferias donde entramos en contacto con restaurantes vegetarianos, grupos de consumidores y tiendas de dietética preocupadas por difundir el consumo de productos ecológicos.
En otoño del 92 nos organizamos legalmente como Comunidad de Bienes y empezamos a elaborar pan y bizcochos en una panadería en la aldea de Villares; y a los pocos años instalamos un molino de piedra en el cortijo. En septiembre del 2001 nos trasladamos a unas instalaciones nuevas dotadas de almacén, molino y panadería.