Hoy el blog se lo dedicamos a uno de los cereales más ricos, completos y agradecidos que existen: la avena.
Los adjetivos de ricos y agradecidos los escribimos porque se trata de un cereal de sabor delicioso, versátil en todo tipo de recetas que combina genial con frutas, especias, frutos secos, lácteos, bebidas vegetales... Con un poco de avena y dos ingredientes más, tienes asegurado un plato delicioso!
Y el adjetivo de completo le viene porque la avena aporta gran cantidad de nutrientes como el calcio, zinc, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio, vitaminas de grupo B (B1, B2, B3, B6) -imprescindibles en la producción de energía a partir de proteínas, grasas o hidratos de carbono, que ayudan en los procesos de detoxificación, crecimiento de tejidos, producción de glóbulos rojos o refuerzo del sistema inmunitario- y vitamina E -antioxidante que protege a las células del daño causado por los radicales libres-.
También el consumo de avena ayuda a controlar el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Debido a su alto contenido en fibras solubles, actúa como laxante natural. Tiene efectos prebióticos que estimulan el crecimiento de las bacterias buenas del intestino y cuida tu corazón gracias a las propiedades antiinflamatorias y vasodilatadoras que posee.
Desde el punto de vista agrícola, la avena se considera una planta muy rústica. ¿Qué significa? Pues que se adapta a los cambios de clima, resiste bajas temperaturas y puede crecer en suelos pobres en nutrientes. Eso si, requiere que se vigile el aporte de agua durante la temporada más templada de la primavera para asegurar una buena cosecha.
Por cierto ¿habéis escuchado alguna vez a alguien que desayune avena decir que aguanta toda la mañana sin sentir hambre? Pues es cierto y tiene una explicación: la avena contiene hidratos de carbono de absorción lenta, lo que se traduce en energía durante más tiempo. Además al ser rica en fibra, es muy saciante
Aprovechamos para dejaros algunas recetas de avena que más gustan entre el equipo de Rincón del Segura:
1. Avena fría preparada la noche anterior: en un bol echas copos de avena, le añades un par de dátiles picados y lo cubres con leche o bebida vegetal (que puede ser también de avena). Al día siguiente le añades medio plátano machacado y una cucharadita de canela. DELICIA!!!
2. Tortitas de avena y plátano, hay cientos de versiones. Pero recuerda que si las haces con un plátano maduro, vas a poder prescindir del azúcar.
3. Granola de avena, con frutos secos variados -nueces, almendras y pistachos-, chips de coco, un poquito de miel cruda, pipas de calabaza o girasol, pasas o dátiles cortados en trocitos, un poquito de aceite de oliva, un rato de horno y voilá! una granola casera de escándalo.
4. Galletas tipo Digestive de avena y chocolate versión saludable: súper sencillas y de lo más resultonas, también puedes encontrar la receta buscando por internet
Para realizar estas preparaciones suelen emplear nuestra harina y copos de avena, que son 100% ecológicos y de originen nacional.
Por cierto, ¿sabías que puedes suprimir la tradicional harina de trigo de muchas recetas por harina integral de avena? Te sorprenderá siempre el resultado para bien (te contamos un truco: por cada medida de harina de trigo, debes usar ½ medida de harina de avena y una cucharadita de levadura química).
Y si no te apetece hacer muchas preparaciones, en Rincón del Segura tenemos un pan integral de avena y sarraceno que es el perfecto acompañamiento de cualquier comida. Y como desayuno o merienda elaboramos un bizcocho de espelta con avena, pasas y nueces que es muy rico y esponjoso.
Esperemos que leyendo este post, te animes a incorporar más avena en tu dieta.